La terrible situación que se vive en Siria, con un
dictador que se niega a marcharse por considerar el país como suyo por ser la “herencia”
de su padre, ha conmovido al mundo entero por la alarmante cantidad de víctimas
civiles, en la que destacan miles de niños.
En los últimos meses se ha visto cómo el antes
poderoso ejército rebelde ha disminuido sus fuerzas y se encamina a una muy
posible derrota a manos de los militares leales a Al-Assad. En este contexto, el
arte también sufre los estragos de la guerra.
El famoso Crac de los Caballeros, situado en Homs, un
castillo de tiempos de las cruzadas con más de siete siglos de antigüedad, declarado
patrimonio de la humanidad por la
UNESCO , ha resultado severamente dañado. El monumento al que Lawrence
de Arabia describió como el “más admirable del mundo” era en tiempos de paz el
sitio turístico más visitado de Siria, pero ahora con la guerra fue tomando
como base por los rebeldes, acto que propició que fuera atacado con morteros
por las fuerzas leales a Al-Assad.
Los más recientes reportes indican que el Crac de los
Caballeros ha sufrido severos e irreversibles daños, un hecho lamentable debido
a la importancia de la fortaleza como obra de arte, como monumento histórico y
como testigo de importantes sucesos bélicos durante muchos años.
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