jueves, 4 de julio de 2013

¿Y si Edward Snowden fuera cubano?

La izquierda prácticamente a nivel mundial ha emprendido una conmovedora campaña en defensa del exanalista de la CIA, Edward Snowden, perseguido por los Estados Unidos por haber revelado algo que todo el mundo sabía que estaba ocurriendo: que esa hiperpotencia espía a otros gobiernos como los otros gobiernos seguramente, en la medida de sus posibilidades, hacen lo mismo.

Edward Snowden es definido, en el peor de los casos, como una víctima perseguida por el imperio, y cuando mejor le va es un héroe que se atrevió a desafiar a los yanquis malos, razones más que suficientes para que la izquierda done las monedas que serán fundidas para esculpir sus monumentos.

El exanalista de la CIA es querido no por lo que hizo, sino porque se lo hizo a Estados Unidos, y no lo quiere defender hasta el juez Garzón porque es un perseguido, sino porque lo persigue Estados Unidos.

Sería interesante saber qué reacción tendrían los ilustres gobiernos izquierdistas, más la legión de intelectuales que les hacen el juego, si repentinamente un espía cubano saliera a revelar desde Miami que Fidel ya usa pañal.

Hace algunos años, Dashiell Torralba, una exnuera de Fidel Castro, escapó de Cuba llevando consigo un vídeo muy íntimo que vendió en los Estados Unidos. Tiempo después terminó trabajando como actriz porno, y Fidel, ante la imposibilidad de pedir su extradición a los yanquis para encerrarla por traicionar a la revolución, se conformó publicando una fotografía suya sosteniendo un ejemplar del diario Granma, con la imagen de Torralba iniciando su carrera en el porno.

Entonces ningún gobierno izquierdista ni intelectual procastrista objetó nada acerca de que el histórico comandante de la revolución cubana, un hombre que se jactaba de su medio siglo de experiencia política y de la prudencia que eso le había dado, se pusiera a pelearse con su nuera metida en el porno y a decirle con esa celebre fotografía “Te gane”, revelando con ello cuán ansioso había estado por obtener algo de venganza y con qué poco se estaba conformando.

Pero si la nuera hubiera sido estadounidense, habrían sobrado democracias bolivarianas dispuestas a darle asilo político y a declararla oficialmente virgen. La izquierda tiende a definir un acto en función no de su naturaleza, sino en función de qué tan ligado está a los Estados Unidos. Por ello resulta un poco interesante invertir unos segundos en imaginar qué estaría pasando si Snowden fuera… cubano.

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