Como si fuera un consumado espía -que lo ha sido pero
sólo en su trabajo-, el actor Tom Cruise
está acusado de hacer escuchas ilegales, proceso por el que se ha visto incluso
obligado a declarar ante la autoridad.
Fue en 2001 cuando al parecer el periodista Michael Davis Salir supo de la
existencia de un vídeo en el que presuntamente quedaba comprobada la homosexualidad
del actor, y ofreció pagar por él medio millón de dólares. Cruise, para que no
lo tomaran fuera de base, supuestamente intervino el teléfono del periodista para
poder seguirle los pasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario