Si los mexicanos le dieron una nueva oportunidad al
PRI no fue por muestras de honradez por parte del tristemente celebre partido, sino
porque los aterrorizó la guerra contra el crimen organizado que el panista
Felipe Calderón llevó a todos los rincones del país.
Peña Nieto tiene como principal reto el de disminuir
la inseguridad y para ello piensa poner en marcha un descomunal y costoso
proyecto que pretende la dé resultados en plazos prefijados.
Sus primeros discursos desde que tomó posesión como
presidente de México hace dos semanas, se enfocaron a combatir la inseguridad,
un mal que continúa afectando al país como si el cambio de gobierno no hubiera
ocurrido. Porque sencillamente erradicar la inseguridad en México no es una
tarea fácil, y menos si la limpieza de instituciones iniciada por Felipe
Calderón sigue a medio camino.
El presidente tiene tres
años para demostrar a los mexicanos que hicieron bien al darle una nueva
oportunidad al PRI. Precisamente hace tres años, en las elecciones federales
del 2009, el electorado le dejó claro a Calderón que no estaba de acuerdo en cómo
llevaba a cabo su lucha contra el crimen organizado. Si Peña Nieto no logra los
resultados que ha venido prometiendo, los mexicanos volverán a demostrar su
desacuerdo en las urnas, dentro de tres años.
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