Hace apenas dos días los medios de comunicación a
nivel internacional no vieron con buenos ojos el inicio del desmantelamiento de
Grupo Clarín por parte del gobierno argentino. En todas partes se interpretó la
medida como una venganza de Cristina Fernández de Kirchner contra el medio que
más ha puesto en tela de juicio su actuación al mando de la Argentina.
Un recurso interpuesto por Grupo Clarín el mismo día
que le dieron la estocada ha sido admitido por el juez Horacio Alfonso, lo que
supone un respiro o quizás simplemente el inicio de una muerte lenta.
Algunas opiniones giran en torno a que Fernández de Kirchner
ha moderado su proceder ante la reacción del mundo entero. Sus actuaciones
durante ya varios meses le han restado demasiado crédito a la Argentina y si algo no
quiere ella es que la mancha siga creciendo.
Por otro lado, lo actuales acontecimientos no dicen ni
sugieren que el gobierno vaya a echarse para atrás en su tarea de desmantelar Clarín.
Quizás una vez que las opiniones se hayan suavizado vendrá el golpe devastador.
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