En su tradicional mensaje navideño en la Plaza de San Pedro frente a miles de fieles,
Benedicto XVI rogó por la paz en el
mundo e hizo hincapié en los países más devastados y conflictivos de la
actualidad.
En sus ruegos estuvo Siria, un país enormemente
desangrado por una guerra civil que busca derrocar al dictador Bashar Al-Assad y en el que apenas anteayer
murieron 60 civiles. El Pontífice pidió porque pronto se llegue a un arreglo
por la vía del dialogo, cese el derramamiento de sangre y reciban ayuda los
civiles que se han visto en la necesidad de desplazarse.
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