En la tradicional llamada de felicitación que el
presidente Barack Obama le hizo a la recientemente electa presidenta de Corea
del Sur, Park Geun-hye, le dejó en claro sus intenciones de que sus
respectivos países mantengan una estrecha colaboración, sobre todo en lo referente
a la tensión siempre presente con la problemática Corea del Norte.
Las bravuconadas del régimen de Corea del Norte, donde se ha
establecido una monarquía comunista que le asegura el poder al hijo del
dictador en turno, no tienen nada contentas a las potencias occidentales, y
sobre todo a Estados Unidos. Por ello siempre le han dado su respaldo a Corea
del Sur, un país más prooccidental donde la democracia le acaba de dar el poder
a una mujer, Park Geun-hye.
Por su parte, el joven dictador de Corea del Norte, Kim
Jong-un, en un claro desafío a occidente, ha ordenado a sus científicos la
fabricación de cohetes más grandes que el que fue usado hace pocos días en un
peligroso experimento que no dejó nada contento a Obama y a otros líderes
mundiales.
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