miércoles, 26 de diciembre de 2012

El libro electrónico, ventajas y desventajas


Mucho se habla de la revolución que ha significado la distribución de libros en formato electrónico. Aunque todavía sigue habiendo debates sobre si es práctico para los lectores, sobre si no huele como huelen los libros impresos, sobre si es darle frialdad al viejo placer de la lectura, sobre si las grandes editoriales caerán como montañas dinamitadas, lo cierto es que el libro electrónico es una realidad. Es lo de hoy.

El libró electrónico está al alcance de todos

Son sin duda muchas las ventajas que ha traído consigo el libro electrónico. Y una de ellas es la accesibilidad que tiene a él cualquier persona de cualquier parte del mundo. Vamos a suponer que un escritor en Perú saca a la venta un libro en formato impreso con un tiraje de sólo 1.000 ejemplares, y que un lector en Málaga se entera por casualidad de que el libro existe y decide que quiere leerlo, que es el género que le gusta y que, en fin, la sinopsis pinta buenísima. En otros años tendría que quedarse con las ganas o pagar gastos de envío muy elevados, o incluso soportar la idea de que el libro dejó de estar disponible, pero hoy ya muchos libros que salen a la venta en papel también lo hacen en formato digital. Sólo es cuestión de entrar a páginas como Amazon, comprarlo y empezar a leerlo de inmediato.

Los libros electrónicos también suponen un gran ahorro

Otro aspecto positivo de este formato es que los precios, con respecto de los libros en papel, han bajado en algunos casos muchísimo. Si bien es cierto que para empezar la aventura lo primero es comprarse un e-reader y que aún son algo caros, hay muchas personas que venden por Internet el suyo del año pasado porque ya se compraron el más novedoso que acaba de salir al mercado. Y una vez que se cuente con un e-reader habrá una enorme cantidad de libros disponibles a 1 euro, 2 dólares e incluso gratis.

El problema de la piratería

Pero también hay muchas desventajas que no perjudican propiamente al lector, pero sí a los escritores y editores. Los libros electrónicos son fáciles de distribuir de manera ilegal. Ponerlos en la red gratis es algo que puede hacer casi cualquier persona. Un lector antes de entrar a Amazon a comprar un libro que quiere, quizás primero busca un poco a ver si no lo han puesto gratis en alguna página. Y aunque esto representa un grave problema, los autores muchas veces no protestan tanto porque esa piratería también significa de alguna forma difusión, y difusión gratuita a fin de cuentas.

Las editoriales tienen que reestructurarse o morir

Hace poco tiempo los editores aún decían que el libro electrónico no les afectaba mucho porque la lectura en una pantalla era muy incomoda y los lectores preferían el cómodo formato en papel. Pues bien, ya hay lectores electrónicos muy prácticos que en nada dañan la vista y que han recibido el visto bueno de aficionados a la lectura alrededor del mundo. Ahora la cuestión para las editoriales es averiguar cómo vender libros electrónicos cuando las posibilidades de que las personas los consigan sin pagar por ellos son muchas. Bajar los precios es una forma, y se puede, y hasta el momento la única que se ve que podría funcionar.

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