El ex presidente del Perú, Alberto Fujimori, considera
sus actuales condiciones un enseñamiento hacia su persona. Sin embargo, mientras
cumple una condena de 25 años de prisión por graves delitos cometidos durante
su gestión como presidente del Perú, sus condiciones carcelarias han sido, a
juicio de muchos, más que privilegiadas, incluso se especula que en muy poco
tiempo podría ser favorecido por un indulto de presidente actual, Ollanta Humala.
Fujimori y sus seguidores saben perfectamente que él
no saldrá vivo de prisión si no es por medio de un indulto presidencial. Tiene 74
años. Por ello se han aferrado con intensidad a este último recurso. La supuesta
gravedad de su salud ha sido ampliamente promocionada durante los últimos
meses, según los detractores del ex mandatario, para reforzar la posibilidad
del indulto por razones humanitarias, las mismas que el peruano-japones pasó por alto muchas veces durante su mandato.
Por otro lado, no todo el Perú lo apoya y eso lo prueba
la derrota de su hija a manos de Humala en las elecciones presidenciales. Si el
presidente indulta a Fujimori no sólo podría ser acusado por la comunidad
internacional de libertad a un hombre que cometió un genocidio, también podría
perder las simpatías y el apoyo de más de la mitad de su pueblo.
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