El gobierno venezolano, mientras su presidente está en
Cuba en estado grave, ha difundido información respecto a que progresa
satisfactoriamente cada día y cada hora. Esto luego de que durante los últimos
días se ha especulado mucho con la muerte de Chávez y el fin del chavismo después
de que ocurra.
En Venezuela el régimen está perfectamente bien
consolidado y goza del apoyo de cuando menos la mitad de la población, pero tal
consolidación, según dicen los expertos, se sustenta únicamente en el
presidente, y si éste desaparece el régimen quedará patas para arriba.
También son varios los gobiernos de la zona,
principalmente Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, los que dependen en gran
medida del papel que Venezuela y Chávez juegan en el continente. Si Chávez
muere muchos lamentarán más que su muerte la pérdida de un hombre con clara tendencia a facilitar los recursos
de su país a los régimenes que le son afines.
Hugo Chávez también ha demostrado ser la puerta de
entrada a Latinoamérica de Rusia e Irán, países que han trabajado en los últimos
años por adquirir influencia en una región muy propicia para sembrar ideologías
o simplemente para reforzar la que ya existe.
La muerte de Chávez, si ocurre, será para muchos políticos
de varias partes del mundo un desafortunado incidente que echará a la basura
años de trabajo, y para Cuba no será sólo un incidente, sino una terrible
desgracia que el gobierno no tendría con que superar.
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