El día 1 de enero del
2013 en Estados Unidos entrará en vigor una subida de impuestos y un recorte al
gasto público, lo que en opinión de muchos desatará una recesión con previsibles
consecuencias funestas para el país, pero en estos días, a una semana de que
eso ocurra, los políticos están de vacaciones, entre ellos el presidente.
El temor se apodera de
los mercados en el mundo. La mayor economía del planeta se tambalea debido a la
poca disposición para alcanzar un acuerdo entre demócratas y republicanos. Se espera
que durante los siguientes días el pánico se haga presente en los mercados,
siempre sensible a los desacuerdos políticos, y que a partir del 1 de enero la
situación empiece a tornarse caótica.
Las reuniones a puerta
cerrada del presidente de los Estados Unidos con representantes y senadores de
ambos partidos, que podrían durar noches o días enteros, con el fin de lograr
un acuerdo antes de la fecha que se prevé sea funesta, se han suspendido por las
vacaciones navideñas.
Barack Obama actualmente
se encuentra en su natal Hawai, de vacaciones con su esposa y sus hijas después
de un difícil año de elecciones. Se espera que las interrumpa el día de mañana y
que regrese a Washington para tratar de alcanzar un acuerdo con los republicanos y evitar lo que muchos ya ven como una recesión inminente.
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