En
la Argentina
ocurrió un suceso que le recordó al gobierno encabezado por Cristina Fernández de
Kirchner la triste época de el Corralito,
caracterizada por desordenes y robos en masa en plena luz del día. Dos supermercados fueron saqueados en
la ciudad de Bariloche, en la provincia de Río Negro.
Tan
grave fue el suceso que la presidenta tuvo que enviar fuerzas federales para
que controlaran los desordenes en la ciudad después de que el gobernador
reconoció que los sucesos superaban la capacidad de la autoridad local.
El
suceso es congruente con la críticas internacionales al gobierno de Fernández de
Kirchner debido a que sus políticas espantan a los inversionistas extranjeros y
la principal consecuencia de ello es que la clase media cada vez se va haciendo más
pobre.
Incluso
el gran apoyo popular del que gozaba la presidenta se ha visto mermado en los últimos
meses con gigantescas manifestaciones en Buenos Aires que reclaman un cambio en
la política económica llevada a cabo desde la Casa Rosada.
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