La gente que lee libros supone un porcentaje bajísimo del
total de habitantes de este mundo, y quizás por ello las ventas de los famosos e-reader
este año, con respecto al anterior, cayeron casi la mitad.
Se está viendo que muchos no le ven sentido a
comprarse una cara tableta que básicamente sólo sirve para leer y almacenar
libros. Las diversiones de estos tiempos no están muy ligadas a la cultura.
El año pasado parecía que el e-reader tenía un
prometedor futuro debido a que se vendieron más de veintitrés millones de
unidades en el mundo. Pero quizás eso ocurrió porque era prácticamente una novedad, pero
una vez que los usuarios los has probado al parecer no los han aprobado.
Se estima que el porcentaje seguirá descendiendo año
con año, y quizás llegará un momento en el que sencillamente no serán
comerciales. Es evidente que los usuarios quieren tener más funciones en esas
tabletas. Un e-reader si sólo sirve
para leer sólo puede interesar a la gente que lee, y ésa hay muy poca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario