Cuando Osama bin Laden fue abatido por el ejército de
los Estados Unidos en su casa de Abbottabad, Pakistán, el mundo entero se
preguntó si el líder terrorista vivía allí con permiso del gobierno pakistaní,
dado que era prácticamente imposible que una figura como la suya pudiera vivir
dentro de una ciudad sin despertar las sospechas de nadie.
El misterio aún sigue en el aire debido a que el
gobierno estadounidense se abstuvo de hacer una acusación formal contra Pakistán
por dar cobijo al famoso terrorista.
Lo que sí acaba de revelarse es que Bin Laden sobornó
a un funcionario público para poder construir su fortaleza sin apegarse a
reglamentos. La suma del soborno es modesta, poco más de 500 dólares, pero se
debe a que el funcionario no supo en ese entonces quién lo estaba sobornando.
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