Sus detractores dicen que a morir. Cualquier hombre, o
casi cualquier hombre, o algo similar a un hombre, comúnmente desea ir a morir
al lugar que lo vio nacer. La nostalgia, después de todo, es un sentimiento que
puede llegar a dominar la voluntad.
Quienes sugieren que el regresó de Chávez a su amada patria
de Bolívar se debió a su deseo de morir allí, argumentan que no se ha recuperado y que, por lo tanto, si sus médicos
cubanos lo dejaron ir es porque ya no se puede hacer nada por él…Tiene, después
de todo, lógica esa teoría.
Pero también es importante tomar en cuenta que Hugo Chávez
ya hizo quedar mal a quienes llevan más de dos meses pronosticando su muerte. Que
está muy grave, es cierto, pero si tiene posibilidades de recuperarse o ya está
desahuciado sólo lo saben sus médicos, sus familiares y las cúpulas del poder
en Venezuela y Cuba. Y en estas áreas reina tal hermetismo respecto a la salud
de Chávez que cualquier teoría surgida en los medios no puede ser calificada más
que como un rumor sin los necesarios fundamentos para ser tomado en cuenta.
La enfermedad de Chávez, desde el 11 de diciembre
pasado, se ha mencionado tanto en los medios que hasta antes de su regreso a
Venezuela parecía que ya había empezado a aburrir al público. A fin de cuentas,
todo aburre. No vaya a ocurrir que si repentinamente Chávez muere ya nadie esté
interesado en el tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario