martes, 12 de febrero de 2013

Hay cardenales que no pueden llegar a ser Papa


Aunque se supone que cualquier cardenal, incluso cualquier varón católico, puede ser elegido como sucesor de Pedro, no todos los que componen el Colegio Cardenalicio tienen la posibilidad de alcanzar el titulo de Santo Padre.

Hasta el último cuarto del siglo pasado, para ser Papa había que ser italiano. Y aunque esa “regla” no escrita ya quedó ignorada en dos ocasiones, hay otras reglas que tampoco están escritas pero que tienen que ser aplicadas por el bien de la institución.

Los últimos cardenales que han llegado a ser pontífices tenían tras de sí una brillante carrera al servicio de la Iglesia, ya en calidad de nuncios o de arzobispos de las más importantes ciudades del mundo, además de una fama de teólogos eminentes.   

Tanto Karol Wojtyła como Joseph Ratzinger ya eran famosos antes de su elección como personalidades  importantísimas dentro del catolicismo, dueños de una cultura impresiónate, referentes obligatorios en el estudio de la teología moderna y también estaban precedidos de un comportamiento moralmente impecable.

Y es de suponerse que los cardenales se sentirán obligados a elegir a un Papa con similar perfil al de los anteriores.

Eso deja fuera a muchos cardenales prácticamente desconocidos, que se han involucrado en la política de sus países pobrísimos, o que simplemente no han sabido ser buenos diplomáticos, como el mexicano Juan Sandoval Iñiguez, quien en su lucha para que en su país no sea posible la adopción de niños por parejas homosexuales soltó perlas como ésta: No sé si a algunos de ustedes les gustaría que los adoptaran un par de lesbianas o un par de maricones.

Lo predecible es que el próximo Papa será un teólogo de brillante trayectoria, alejado, en lo posible, de los escándalos. Aunque de cualquier forma los detractores nunca faltan. Si hay motivos o no, no tiene importancia.

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