miércoles, 20 de febrero de 2013

El libro electrónico: para que los estudiantes lean


Muchos de los males, si no es que todos, que azotan a los países subdesarrollados están íntimamente ligados al pésimo nivel cultural de la población en general. En las escuelas no se fomenta la lectura en los niños y los profesores argumentan que no lo hacen por una poderosa razón: la pobreza.

En los países más pobres, los niños toman clases en aulas tan paupérrimas que los infelices en lugar de estudiantes parecen prisioneros. Las bibliotecas de estas escuelas son, cuando las hay, bodegas vacías en las que los alumnos no tienen razón alguna para entrar.

Los profesores jamás encargan a un niño como tarea que lea un libro completo porque sus padres sólo dejando de comer podrían comprárselo. Tampoco podrían hacer que un grupo de alumnos pudiera leer el mismo libro porque si de milagro la biblioteca escolar lo tiene tendrías que turnárselo.

En otras palabras, fomentar la lectura en las escuelas de países pobres será tal vez imposible hasta que dichos países se hagan ricos. Pero para que un país se haga rico tiene que poseer una población culta. De otra forma es imposible.

Quizás en este aspecto la tecnología pueda ayudar un poco. Ya el año pasado salió a luz un lector para libros electrónicos que cuesta 9,99 euros. Es probable que en poco tiempo incluso algún modelo de Kindle llegue a rondar ese precio. Tabletas así de baratas pueden ser compradas hasta por familias de bajos recursos. Y eso es prácticamente todo lo que necesita un niño para leer, porque el catálogo de libros gratis es enorme.

Gracias al fenómeno que significa ya el libro electrónico tal vez en poco tiempo en las escuelas de países subdesarrollados los profesores puedan poner a sus alumnos a leer libros completos y a todo un grupo a leer el mismo libro, algo fundamental para que una escuela sea tal y que antes por diferentes razones no había sido posible.

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