lunes, 11 de febrero de 2013

Un Kindle equivale a una biblioteca gratis


Antiguamente si una persona no podía proveerse de una biblioteca debía olvidarse del deseo de adquirir una abundante cultura. Y para adquirir una biblioteca hacían falta recursos económicos que sólo tenían aristócratas y burgueses, y de estos últimos no todos.

Las nuevas tecnologías han venido a cambiar todo eso. Es bien sabido que en un lector para libros electrónicos caben más libros de los que una persona puede leer en toda su vida. En la red abundan infinidad de libros que ya son del dominio público y además algunos son tan famosos que su lectura se considera imprescindible.

Cuando no existían las cómodas tabletas, el hecho de que esos libros estuvieran allí gratis de poco podía servir tomando en cuenta las molestias que ocasiona leer en la pantalla.

Pero ahora el único gasto que tiene que hacer una persona es el del lector para libros electrónicos. Es cierto que quizás muchos libros que alguien desearía leer sí tienen un costo, pero hay los suficientes gratis como para proveerse de una respetable biblioteca que en otros siglos era imposible siquiera soñar.

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