Los menonitas surgieron en el siglo XVI, como una
consecuencia de la Reforma Protestante
y la filosofía de Menno Simons. Durante
siglos fueron sólo una cultura más, una rama del cristianismo más, con sus características
muy similares a las de otros pueblos.
No se veía como una rareza a los menonitas trasladándose
en coches tirados por caballos cuando todos los demás lo hacían. Tampoco podía
ser cuestionado su hermetismo y su nula disposición a formar enlaces
matrimoniales con miembros de otras religiones si casi en todas las otras
religiones se actuaba de la misma manera.
No obstante, con el paso de los siglos casi todas las culturas
aceptaron las aperturas religiosas, la tecnología y el libre albedrío. Pero ellos
no. Decidieron quedarse en el siglo XVI para siempre, sin importar cuánto
cambie el mundo.
Su principal objetivo como pueblo siempre ha sido el
de encontrar un lugar aislado del bullicio, para vivir en paz y solos en sus
comunidades. Han sido perseguidos muchas veces. Se vieron en la necesidad de huir
de su natal Alemania a Rusia en tiempos de Catalina la Grande , y de Rusia a América
en tiempos de la Unión Soviética.
Hoy en día hay comunidades menonitas regadas por toda
América. Pero siguen llevando una forma de vida casi como la de sus antecesores
del siglo XVI. Su interpretación de La Biblia les impide aceptar los avances tecnológicos.
No tienen televisión, ni teléfonos, ni automóviles y ni siquiera escuchan música.
La instrucción que reciben es muy escasa. Se limita a
aprender a leer y escribir, memorizar algunos pasajes de La Biblia y a hacer cuentas. Cualquier
otra enseñanza está prohibida. Sobre todo la que se relacione con la vida en el
mundo exterior.
Los propios menonitas adultos lo dejan bien claro: si
enseñan a sus niños cómo son las otras sociedades, en cuanto crezcan los
abandonarán. Prefieren el hermetismo total. Cerrar sus comunidades para que nada entre y nadie salga.
Los hombres hablan el idioma del país donde viven
aparte de su lengua madre, que es el alemán. Pero las mujeres únicamente
conocen el alemán debido a que nunca salen de las comunidades ni mucho menos
hablan con personas de otras culturas.
Las reglas de los menonitas son en general muy estrictas.
Y si alguien las rompe es expulsado para siempre. El matrimonio sólo está
permitido entre miembros de la comunidad y la descendencia es numerosa. Alguien
de otra religión puede, si así lo desea, entrar a formar parte de sus
comunidades. Pero parece que a nadie le llama mucho la atención la idea.
El mundo evoluciona filosófica y tecnológicamente con
una extraordinaria rapidez. Pero los menonitas no quieren saber nada al
respecto. La Biblia ,
o más bien la interpretación que ellos le dan, se los prohíbe tajantemente.
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