El mundo entero despertó hoy sabiendo que la noticia más importante del día sería que es último del pontificado de Benedicto XVI, pero otra gran
noticia apareció por sorpresa, aunque en mucha menor escala, y fue, según la
revista mexicana Quien, un probable
romance nada menos que entre Cristina Fernández de Kirchner y Baltasar Garzón.
La presidenta de la Argentina ha dado en los últimos años
más interesantes noticias que la mayoría de los presidentes latinoamericanos. Casi es
homologable a Hugo Chávez en cuanto a escándalos dentro de su gobierno se refiere. Sus guerras
por recuperar las Malvinas, contra los capitales privados en su país, contra la
oposición y también contra sus críticos, la han convertido en una celebridad
negativa, pero a fin de cuentas celebridad.
Baltasar Garzón es el juez más famoso de la hispanidad
desde hace muchos años. Prácticamente desde que ordenó arrestar al dictador
chileno Augusto Pinochet, en octubre
de 1998. Desde entonces su protagonismo a nivel mundial creció como la espuma. No
dejó de ser un hombre celebre -aunque sí dejó de ser juez- ni cuando hace un
año lo inhabilitaron por ordenar escuchas ilegales.
Sin duda Cristina y Baltasar son dos celebridades que
dan noticias al mundo. Pero quizás nunca nadie pensó que darían una nota para
la prensa del corazón y… juntos.
Fernández de Kirchner fue quizás la jefe de Estado que
mejor bienvenida y mejores elogios le dedicó a Garzón cuando éste inició el año
pasado su exilio sudamericano. Se cree que desde entonces surgió el amor entre
amos.
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