Elba Esther Gordillo, la líder vitalicia del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación
(SNTE), fue arrestada por la Procuraduría
General de la República (PGR) acusada de desviar fondos que
pueden ascender hasta 2,600 millones de pesos (poco más de 200 millones de dólares).
Gordillo alcanzó el poder en el sindicato en 1989,
bajo la presidencia de Carlos Salinas de
Gortari, al ocupar el puesto del defenestrado Carlos Jonguitud Barrios. Desde entonces su poder creció de manera
impensable. El sindicato de maestros, al ser uno de los más poderosos y amplios
de México, siempre ha sometido a sus designios incluso al presidente de la República.
Felipe
Calderón optó por no enfrentarse al poder de Gordillo,
temiendo las funestas consecuencias que para su administración habría
significado, y para mantenerla tranquila incluso hizo a su yerno subsecretario
de Educación. Aun así, todo intento de reforma educativa propuesto por Calderón,
fue rechazado por el sindicato y para someter al presidente no dudaron en
paralizar varias veces la capital y otras ciudades y arterias importantes del
país.
Cuando llegó al poder Enrique Peña Nieto, todo el mundo pensaba que ya había hecho un
pacto con la poderosa Elba Esther Gordillo para que le permitiera gobernar. No obstante,
al poco tiempo de iniciar sus funciones, el presidente presentó una reforma
educativa que no fue del agrado del sindicato, que fue aprobada por los
legisladores y que ayer mismo firmó.
Y, curiosamente, un día después de promulgada la
reforma, la líder del sindicato es arrestada por las autoridades federales, en
lo que se puede leer un mensaje del presidente advirtiendo que no piensa
tolerar chantajes e imposiciones de los dirigentes sindicales.
Cabe mencionar que durante sus años de esplendor, Gordillo
ocupó importantes puestos al margen de su liderazgo en el SNTE arropada por el
PRI, el partido del presidente que ahora le ha dado un duro golpe y que exhibe
argumentos poderosos para destruirle su pirámide de poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario