En los últimos días se ha hecho famoso en Venezuela un
joven taxista por su sorprendente parecido con Hugo Chávez. Su nombre es Alí
Bazán, y es prácticamente idéntico al extinto líder bolivariano.
De no ser porque es más joven y eso marca una ligera
diferencia, los chavistas bien pudieron enterrar al muerto en secreto y sacar a
Bazán a despotricar contra los yanquis, para que nadie notara el cambio.
El joven taxista ha dejado claro que es un fiel
seguidor de los herederos de Chávez. Pero no deja de saltar la duda sobre cuáles
serían sus preferencias políticas si no se pareciera tanto al comandante
venezolano. Tal vez en otras circunstancias sería caprilista.
Por ahora le saca todo el partido posible a su similitud con Chávez. Se viste de
revolucionario bolivariano y se deja hacer fotografías en la calle por los nostálgicos
que casi sueltan el llanto al verlo.
Nicolás
Maduro lo presentó en un mitin e hizo hincapié en sus rasgos
indios, según sus palabras, tan similares a los de Chávez. Pero Chávez no era Evo Morales, sus rasgos y los de Bazán
no son indios sino africanizados. Quizás por motivos políticos Maduro quiere
hacer indio a Chávez, aunque pase por encima de la enorme comunidad afrodescendiente
que vive en Venezuela, que sin duda no ignora que el fallecido presidente era
uno de los suyos.
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