Los famosos también leen. Quizás de la gran mayoría no
es su pasatiempo favorito, pero cuando menos se dejan fotografiar con un libro
entre manos y poniendo aspecto de sesudos para que la prensa amarillista no los
tache de incultos.
Iker
Casillas, el mejor portero del mundo, o cuando menos el más
promocionado, lee a Federico Moccia,
icono de la literatura romántica de estos tiempos.
Robert Pattinson
agradece a Stephenie Meyer, la
autora que creó al personaje que lo hizo un actor famoso, leyendo, y
promocionando a la vez, sus libros.
Kristen Stewart se dejó atrapas por la
fama del libro Cincuenta sombras de Grey,
y hasta se dejó fotografiar mientras lo leía.
Lo mismo le ocurrió a Selena Gomez, que se ve entretenidísima con un libro que en otra época
para una joven de su edad habría estado prohibido por su confesor.
Kim Kardashian
no sólo se preocupa por mantener su escultural figura, también aprender física cuántica,
o cuando menos eso quiere aparentar.
A Paris Hilton
tal vez le preocupa un poco la fama de
superficial e ignorante que ha cosechado, por eso algunas veces se deja ver
acompañada de libros.
Si algo reconocen hasta los más críticos del Che Guevara es que era un hombre muy
culto. Incluso en sus discursos fomentaba la lectura entre los jóvenes.
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