No le ha de gustar mucho al celoso Nicolas Sarkozy el último retrato que
han perfilado de su esposa, Carla Bruni,
con el testimonio de algunos amigos suyos.
Los amigos de la Bruni la describen, aunque mujer fiel, como una
devorahombres, muy sexual, capaz de dar a su amante lo que le pida.
El dato sin duda le agrada a Sarkozy por las satisfacciones que le reporta pero lo más probable es que quizás él hubiera deseado que
quedara como secreto de familia.
También se le describe como una mujer muy desconfiada,
que busca en todas partes conspiraciones, lo que evidencia su carácter italiano,
porque Italia es un país hecho, durante una larga historia, con conspiraciones
y traiciones.
Y es probable que esa faceta de desconfiada que tiene
Bruni haya provocado que recientemente dejara plantada a una periodista porque la
interrogó sobre los problemas legales de su esposo.
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