Existen personajes en la historia, y algunos muy
actuales, que pese a haber obtenido fama en el oficio que eligieron, el tamaño
de su pene, para bien o para mal, también llegó a ser notorio en ellos.
El famoso monje y místico ruso Grigori Rasputín cobró fama por sus cualidades de santo. Gracias a
que ayudó a que mejorara la salud del zarevich
Alexis, el único hijo varón del zar
Nicolás II, pudo obtener una gran influencia dentro de la familia real
rusa, sobre todo entre las mujeres. Trascendió que el monje con fama de santo
llevaba una vida sexual muy activa, de la que no escapaban ni siquiera sus aristocráticas
amistades, y que el tamaño de su pene era totalmente fuera de lo normal. Incluso
un pene enorme que se presume es lo único que queda de Rasputín está expuesto al público en museo de Rusia.
Porfirio Rubirosa
fue un diplomático dominicano que logró entrar al círculo de íntimos del
dictador Rafael Trujillo y también hacerse
su yerno. Ganó fama mundial como un conquistador al que ninguna mujer se le
resistía, gracias a su don de gentes y al carisma que ejercía al hablar, pero, a
juicio del escritor norteamericano Truman
Capote, su enorme pene era su mayor arma para ganar fama entre las mujeres.
Nacho Vidal
es un famoso actor porno español que bien podría gozar del anonimato que
caracteriza a los miles y miles de hombres con comparten con él el oficio. Pero
se ha convertido en uno de los españoles más celebres en el mundo gracias al
tamaño de su pene, obsequio de la naturaleza que lo ha ayudado a destacar más
que otros en su trabajo.
Pero no todos han conseguido fama por tener un pene
muy grande, también existe la otra cara de la moneda. Napoleón Bonaparte, por ejemplo, es reconocido como el más
brillante genio militar de todos los tiempos, aunque su pene siempre ha sido su
enemigo. Tenía por costumbre bañarse junto a sus soldados, sin la menor objeción
por mostrar sus partes íntimas. A nadie le era indiferente que el Gran Emperador
tenía el pene demasiado pequeño, y fue así como la información llegó, desde muy
diversas fuentes, a los libros de historia.
El que bien pudo haber pasado por el mundo siendo sólo conocido por su gran
voz y sin que jamás se hablara del tamaño de su pene es el cantante Enrique Iglesias. Pero un mal día se
armó de valor y en pleno concierto reveló algo que no es común que los hombres
revelen: las reducidísimas dimensiones de su pene. Después trató de salvar el barco echando el agua hacia
fuera, pero ya era bastante tarde.
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