martes, 16 de abril de 2013

Nicolás Maduro se enfurece con España


Nicolás Maduro apenas soporta que su rival en la elección, Henrique Capriles, cuestione su triunfo, pero que lo haga alguien de otro país que además tiene un puesto tan importante en las relaciones exteriores como el de canciller es algo que definitivamente no puede tolerar.

Ante un comentario moderado del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, pidiendo un recuento rápido para que el presidente electo venezolano tenga toda la legitimidad posible, el heredero de Hugo Chávez reaccionó furioso, pidió al gobierno de España que rectifique o de lo contrario tomará medidas ejemplares en todos los ámbitos posibles.

La voz del ministro español ha sido de las pocas que se han alzado en apoyo indirecto a Henrique Capriles, ya que la mayoría de los países latinoamericanos, incluidos México y Chile, con los que la revolución bolivariana no comparte ideología, ignoraron al candidato opositor y se apresuraron a reconocer el triunfo de Maduro.

Aunque aun con el beneplácito del exterior al parecer el delfín chavista no las tiene todas consigo. El día de ayer en varias ciudades de Venezuela hubo manifestaciones para denunciar el fraude y el propio Capriles anunció que el gobierno había arrestado a altos mandos del ejército que discreparon con los resultados de la elección.

Los resultados del pasado domingo han sido tan negativos para el chavismo, aun con el triunfo, que ni el propio Chávez los habría recibido con total agrado. Es cierto que Maduro va a gobernar, pero la polémica de la elección va a acompañarlo cada día de su gobierno y se hará más aguda conforme la crisis económica y la inseguridad sigan aumentando.

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