El día de ayer Lindsay
Lohan anunció, vía su cuenta de Twitter, que estaba embaraza. La noticia se
expandió rápidamente, ya que causó sensación en todo el mundo el hecho de que Lohan,
entre borrachera y borrachera, se había dado el tiempo para embarazarse.
Muchos ya se estaban preocupando por el pobre niño,
porque no fuera a ser que en una de sus parrandas lo dejara bajo una mesa de un
antro para acordarse de él tres días después en plena resaca. Pero otros, que
fueron más sensatos, recordaron que para los estadounidenses ayer fue el día de
las bromas, el equivalente al 28 de diciembre en la hispanidad, por lo que
sospecharon el origen de las declaraciones de la polémica actriz.
Poco después ella misma dio a entender que había
bromeado al preguntar, también en su cuenta de Twitter, dónde había quedado la
alegría del 1 de abril, no sin antes recibir fuertes críticas de los que ya
sospechaban que lo de su embarazo era una broma.
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