miércoles, 3 de abril de 2013

Cristina de Borbón, una princesa con problemas legales


Desde que en diciembre del 2011 fuera imputado Iñaki Urdangarin, el esposo de la infanta Cristina, por desvío de fondos del Instituto Nóos, empezaron a caer en desgracia diversas personas por la misma acusación, pero no la Infanta. Incluso cuando se reveló que ella formaba parte de la Mesa Directiva, el Juez se abstuvo de llamarla a declarar.

Los medios empezaron a criticar la imparcialidad del magistrado José Castro, titular del juzgado de Instrucción Número 3 de Palma de Mallorca, porque era evidente que Cristina de Borbón y Grecia estaba gozando de una especie de amnistía, debido a que era prácticamente imposible que ella jamás se hubiera enterado de los manejos de su esposo.

Incluso se llegó a pensar que la hija del rey Juan Carlos jamás sería relacionada con la corruptela del Caso Nóos, pero el Juez ha dado un repentino giro a su decisiones, como producto de los corres electrónicos de Diego Torres, otro de los imputados, y ha citado a la mismísima Infanta a declarar, el próximo 27 de abril.

Lo anterior supone un duro golpe para la moral del rey de España. Si bien es cierto que muchos no creen que su hija pueda ser inocente y que tendrá que vivir con eso toda su vida salga bien o mal librada, el hecho de que una infanta sea sentada en el banquillo de los acusados es algo nunca antes visto y devastador para una institución que debe poner ejemplo con un impecable comportamiento, como es la Casa Real.

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