domingo, 6 de enero de 2013

Al-Assad quiere la paz, pero no con los rebeldes


En su primer discurso al pueblo sirio durante cinco meses, Bashar Al-Assad ha hablado de cambios radicales en el país, de elecciones y de una constitución sometida a referéndum, sin embargo, sigue calificando a los rebeldes de terroristas impulsados por Al Qaeda en su propósito de arrojarlo del poder.

El discurso de Al-Assad pretende ganar las simpatías del pueblo sirio, cansado ya de una guerra que ha costado más de 60.000 vidas. Argumenta que su permanencia en el poder es con el objetivo de defender a Siria de sus enemigos y no el egoísta propósito de conservar el puesto de dictador omnipotente que le heredó su padre.

Los rebeldes inmediatamente han respondido a su discurso con su ya conocida política de todo o nada. No aceptarán ninguna iniciativa de paz propuesta por ningún país u organización del mundo que contemple la permanencia de Al-Assad en el poder. Por lo tanto, la guerra continuará previsiblemente hasta que uno de los dos bandos ya no tenga poder militar para seguir luchando.

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