Luego de que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina decidiera ponerle el nombre
de Estado a su pueblo, el gobierno de Barack
Obama recomendó retroceder en la medida y sentarse a negociar y definir
fronteras con Israel para que Palestina pueda ser realmente un Estado.
En noviembre pasado
Mahmud
Abbas, presidente de la Autoridad Nacional
Palestina, trató de capitalizar el apoyo de la ONU para acercar más a su pueblo a la posibilidad
de ser un Estado en toda regla, por lo que empezó con un cambio de nombre. Sin
embargo, para el gobierno estadounidense tal medida en totalmente estéril si
Palestina no define sus frontera con Israel, un país que ha estado por décadas
dispuesto a las negociaciones.
Ésta es la primera vez que el gobierno de Barack Obama
toma una determinación que va contra los designios de Palestina. En el pasado
Obama siempre había demostrado estar más a favor de los palestinos que de los
judíos, al grado que algunos analistas lo han llegado a calificar con el
presidente más antijudío que ha ocupado la
Casa Blanca desde la fundación de Israel.
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