Ya son dos los líderes sudamericanos, Cristina Fernández de Kirchner y Evo Morales, los que van a Cuba sólo con la intención de visitar al caudillo venezolano, cargándole los gastos
del viaje a los contribuyentes de sus respectivos países, en crisis, y sin
tomar en cuenta lo costoso que resulta siempre el viaje de una comitiva
presidencial.
Fernández de Kirchner argumentó su viaje debido a que
considera que Hugo Chávez ha ayudado a la Argentina como nadie, y de regalo le llevó una Biblia. Curiosamente los líderes
izquierdistas latinoamericanos como Chávez, Correa o Fernández de Kirchner no profesan ciegamente el ateismo
leninista.
Aprovechando su breve estancia en Cuba, la presidenta de la Argentina
comió acompañada de los hermanos Castro, Fidel y Raúl, con quienes el Kirchnerismo
ha mantenido siempre relaciones diplomáticas profundamente sólidas.
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