Algunos analistas y líderes consideran a los
dictadores árabes nefastos pero necesarios. Nefastos por su tendencia a
permanecer en el poder toda su vida y después heredarlo a sus hijos. Y necesarios
porque sus gobiernos autoritarios cuando menos garantizan un poco de tranquilidad.
Uno de los líderes con esa opinión quizás sea el
Primero Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien ha solicitado al
ministerio de defensa de su país la construcción de un muro en la frontera de
Israel con Siria, justamente en los Altos del Golán, el territorio disputado que
mantiene las relaciones tensas entre ambos países.
La intención de Netanyahu es poner una barrera que
proteja a Israel debido a que el ejército sirio ha abandonado la zona, la
misma que puede ser ocupada por extremistas radicales que no tienen las mejores
intenciones para con el Estado de judío.
Las preocupaciones de Netanyahu no parecen ser
exageradas ya que en otros países “liberados” como Libia y Egipto, después del
derrocamiento de Muamar el Gadafi y Hosni Mubarak, han surgido gobiernos mucho
más peligrosos que las dictaduras que imperaron allí por años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario