El escándalo
generado por la decisión del actor francés Gerard Depardieu de mudar su
residencia fiscal a Bélgica luego de una tremenda subida de impuestos en su país,
concluyó con el otorgamiento de la ciudadanía rusa a éste por parte de Vladímir
Putin el jueves pasado.
Depardieu fue a Rusia a recoger su pasaporte y aprovechó para darle las gracias personalmente a su admirado Putin, un líder que siempre se ha mostrado muy atento y cortés con las celebridades que se inclinan por admirarlo.
Al parecer
ahora que es ciudadano ruso, Depardieu también se inclinará por darles vida a
personajes míticos de su nuevo país, como ya lo hizo en su Francia natal interpretando
a Cyrano de Bergerac y Obelix. En la charla que mantuvo con Putin, hablaron de
un proyecto cinematográfico en el cual Depardieu sería Grigori Rasputín, el
famoso monje que se metió demasiado adentro de la familia imperial rusa algunos
años antes de que ésta fuera cruelmente exterminada por los bolcheviques.
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