En el primer día del año 2013, Benedicto XVI mandó un
mensaje al mundo lleno de paz y esperanza, en el que mostró su preocupación por
el imperante capitalismo desenfrenado.
Conocido como un Papa de derechas, por lo que se ha
ganado el odio de la izquierda y el sobrenombre Panzer Kardinal, en clara alusión a su paso durante su adolescencia
por el ejército alemán, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, pocas
veces ha sido noticia por criticar al capitalismo, sin embargo, Ratzinger no
olvida su misión de pastor y se reserva el derecho de cuestionar todo lo que
pone en peligro la paz del mundo.
En su mensaje el Papa no sólo se dijo preocupado por
el capitalismo que muchas veces en su expansión pisa la integridad de los más desposeídos,
sino también por el terrorismo y la criminalidad, plagas que en el año que
dejamos atrás sembraron en el mundo muerte y temor.
Las palabras del Papa no pueden ser interpretadas como
una crítica al libre comercio ni a la libertad de iniciativa, sino a la
corrupción desmedida que está detrás del capitalismo en cualquier lugar del mundo
y que en parte ha causado la crisis económica actual.
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