Hoy Barack
Obama juró nuevamente el cargo de presidente de los Estados Unidos, en una ceremonia discreta, poniendo su mano en una
Biblia que perteneció a la abuela de su esposa. Esta vez fue más modesto, hace
cuatro requirió de la Biblia
de Abraham Lincoln.
Aunque oficialmente hoy inició el segundo mandato de
Obama al mando del país más poderoso del mundo, él dejó la fiesta, que ya será
sólo eso, para el día de mañana. Si hubiera ganado las pasadas elecciones
Mitt Romney, la gran fiesta habría
sido hoy, y Obama ya sería en este momento sólo parte de la historia de su país.
Sin embargo, ganó la elección por segunda vez y eso le da la posibilidad de aún
escribir la historia por cuatro años. De Estados Unidos y del mundo.
Los 20 de enero en Washington suelen ser fríos. Algunos presidentes han jurado el
cargo envueltos en gruesos abrigos mientras se sacuden la nieve. Casi siempre
con la esposa a un lado, y siempre poniendo su mano sobre la Biblia. Aunque a veces se tiene
que romper con el protocolo por causas imprevistas. Lyndon B. Johnson juró el cargo no un 20 de enero sino un 22 de
noviembre, en una ceremonia tétrica. Y la esposa que destacó a su lado no era la
suya, era Jacqueline Kennedy, pero
ella no le sostuvo la Biblia
porque su esposo, John F. Kennedy,
ya no era el presidente, era un cadáver frío que se hallaba a unos metros de
donde juraba el cargo su sucesor.
Y el cambio de presidente no ha ocurrido siempre en
esa fecha. Desde tiempos de George
Washington se celebraba el día 4 de marzo. Y así fue durante más de siglo y
medio. Dwight D. Eisenhower, el
comandante del ejército aliado durante la Segunda Guerra Mundial, fue el primer presidente
yanqui en jurar el cargo un 20 de enero de 1953.
Desde entonces, apenas once presidentes han iniciado
su o sus períodos presidenciales en esa fecha, seis republicanos: Eisenhower, Nixon,
Ford, Reagan, Bush y Bush, y cinco demócratas: Kennedy, Johnson, Carter, Clinton
y Obama, quien hoy se convirtió en el hombre más poderoso del mundo, por
segunda vez.
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