La secretaria de Estado norteamericana, Hillary
Clinton, abandonó hoy el New York Presbyterian Hospital, donde fue internada el
domingo pasado a causa de un coágulo sanguíneo que le surgió a raíz de una conmoción
cerebral.
Acompañada de su esposo, el expresidente Bill Clinton
y de su hija Chelsea, la Sectaria
abandonó el hospital con unas gafas de sol que no pudieron cubrir totalmente su
enfermizo aspecto.
Según el departamento de Estado, del que es aún
titular a la espera de que sea ocupado por John Kerry, Clinton se mantuvo muy
activa por teléfono dando instrucciones a sus subordinados mientras permaneció hospitalizada.
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