El otrora primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, es uno de los
hombres más ricos del mundo, tan sólo en su país nadie lo iguala, pero una
pensión de 200.000 euros al día para una exesposa es algo excesivo incluso
para alguien como él.
Mientras planea su boda con una joven que
ha vivido medio siglo menos que él, Francesca
Pascale, un tribunal compuesto por tres jueces del sexo femenino, ha
determinado que le debe de dar a su exesposa, Veronica Lario, una pensión de
200.000 euros.
En una entrevista concedida el martes
pasado al canal La7, Berlusconi no dudo en irse con todo contra las jueces. Las
tachó de "comunistas" y "feministas".
El ex primer ministro argumenta que la
decisión de las jueces no fue imparcial y que su animadversión hacia él responde
a aspectos ideológicos. También añadió que gracias a la buena relación que
lleva con su exesposa tratará de renegociar la pensión con ella.
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