Hace apenas una semana el Observatorio Sirio de Derechos Humanos reveló que, según sus estudios, desde que casi dos años atrás estalló la guerra en Siria contra el régimen de Bashar Al-Assad han muerto
45.000 personas, entre soldados rebeldes, leales a Al-Assad y civiles. Sin embargo,
la ONU tiene otra
cifra más catastrófica.
Según la
UNU , hasta hace poco más de un mes en Siria habían muerto, a
causa del conflicto, 59.648 personas. Y tomando en cuenta que durante diciembre
la guerra vivió una de sus etapas más violentes, se estima que los caídos ya
suman más de 60.000.
Esa ya de por sí alarmante cifra podría seguir
aumentando durante meses debido a que aún no se define claramente un vencedor
en la guerra, los rebeldes continúan en su empeño por derrocar a Al-Assad y éste
no ha dado la menor muestra de querer abandonar el poder. Mientras tanto, las
potencias occidentales, debido a lo ocurrido en Libia tras la caída de Gadafi,
han mantenido una desesperante neutralidad.
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