Es común que un guardameta salve a su equipo en partidos
tan importantes como puede ser una final de liga, pero lo lógico es que lo haga
defendiendo su portería, no metiendo goles.
En el partido de final de liga que se disputa actualmente en México entre los equipos América y Cruz Azul, este último tenía dos goles de ventaja justo cuando faltaban cinco minutos para que el árbitro silbara dando por terminado el encuentro, pero el América logró marcar un gol y amenazar con quitarle a su rival la copa de las manos.
Siete minutos después, ya en tiempo de compensación y
con el partido agonizando, el guardameta Moisés
Muñoz se sumó al ataque en un tiro de esquina y cabeceó para mandar el balón
al fondo de la red. Con ello logró empatar el encuentro y darle a su equipo la
posibilidad de coronarse campeón de la liga.
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