domingo, 26 de mayo de 2013

Mansiones famosas que no existen I: Mansión Wayne

Wollaton Hall, una mansión inglesa con más de cuatro siglos de antigüedad, fue el hogar de Wayne en The Dark Knight
El personaje de Bruce Wayne, el que se esconde tras el disfraz de murciélago que vigila de noche las peligrosas calles de Gotham City, es un icono de la cultura popular como un joven huérfano y solitario, antihéroe marcado por el asesinato de sus padres cuando era un niño. Y parte de su icónica figura, al ser un acaudalado heredero de una gran fortuna que le sirve para financiar su vida como azote de los malhechores, es su deslumbrante mansión.

Batman es una figura gótica, tanto que sus hazañas casi siempre se desarrollan en la oscuridad de la noche. Además, su vestimenta y la soledad que envuelve al hombre tras el disfraz acentúan este aspecto tan característico suyo. Por lo tanto, las perspectivas que en las películas se muestran de su mansión son las más imponentes y misteriosas. Todo acorde al aura oscura que rodea al personaje.

En la gigantesca mansión sólo viven el joven millonario Wayne y su fiel mayordomo y conocedor de su secreto Alfred Pennyworth. Pero también alberga la Baticueva, una serie de cavernas subterráneas que el antihéroe utiliza para ocultar los medios mecánicos que le sirven para impartir su justicia.

En las diferentes películas de Batman, los realizadores se han servido de muy variados edificios para representar a la ancestral mansión de los Wayne. Algunas veces ni siquiera se trata de viviendas y ni están en los Estados Unidos. De hecho, las viejas mansiones europeas suelen ser los escenarios más ideales para trasformarlas con la magia del cine en la mansión inexistente más celebre del mundo.

Casi en todas las películas se han utilizado mansiones diferentes. Y, curiosamente, no son de estilo gótico ni neogótico. Ya con el simple hecho de que sean antiguas, o ni tanto, las mansiones señoriales cumplen con el requisito para ser el hogar del joven acaudalado y misterioso Bruce Wayne.

El aspecto gótico y misterioso se les imprime con tomas de noche de las imponentes fachadas o de algunos elementos tétricos anexos al edificio. En Batman forever, la Mansión Wayne es en realidad un instituto neoyorquino con características nada góticas, pero ese aire de misterio se le imprime cuando Riddler va a dejarle por la noche uno de sus acertijos a Wayne, donde se ven unas esculturas del acceso llenas de misterio y señorío.

La Mansión Wayne se ha convertido a lo largo de varias décadas en uno de los accesorios imprescindibles de la figura de Batman, tanto como su mayordomo Alfred Pennyworth, su disfraz y su personalidad de héroe solitario y nostálgico.

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