domingo, 5 de mayo de 2013

Una novela policíaca de fantasía con príncipe malo

Comúnmente las novelas del género fantástico no son muy misteriosas. Inmediatamente se dice desde el principio la identidad del malo, sus capacidades y hasta sus planes, y se revela también por todo el calvario que habrá de pasar el bueno para marcarle el alto.

Por lo anterior, llama la atención una novela fantástica llena de misterios, como si se tratara de una policíaca, donde aunado a las criaturas extrañas y extraordinarias, magia y duelos con espadas, se pueden encontrar también infinidad de misterios magníficamente bien elaborados dentro de una atmósfera gótica-romántica.

Me refiero a la novela El príncipe de la soledad, escrita por Adam J. Oderoll, un autor del que no sabe nada más que el hecho de que escribe bastante bien.

La historia nos presenta al joven, guapo y nada accesible juez Albram Dorogant, un desubicado que nació donde no debía, suceso que lo llevó a crecer siendo odiado y a vivir lleno de enemigos. Pero Albram no es un buenazo, es un tipo de cuidado que siempre va un paso adelante, sin que se revele cómo ni por qué, de sus rivales y nunca hace precisamente lo que los otros piensan que va a hacer.

Pero ese misterioso personaje no es el único que mantiene al lector pegado a la novela. Oderoll desborda talento a la hora de crear protagonistas llenos de misterios, con personalidades originales y bien definidas.

A quien le gusten las novelas policíacas, le gustará ésta; a quien le guste la fantasía, también; y a quien le gusten ambos géneros, sin duda la disfrutará por partida doble.

En el blog del autor se puede bajar más de la mitad de la novela gratis, y en Amazon comprarla, completa, desde luego.

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