En un difícil partido que se definió en una tanda de
penaltis no apta para cardiacos, la Selección Española
ha dejado eliminada a Italia, su víctima favorita de los últimos tiempos. Con ello
ha conseguido enmarcar la final esperada por todo el mundo desde antes de que
iniciara el torneo, la cual enfrentará a la mejor selección de la actualidad
contra la mejor de la historia.
Cabe destacar que hace cuatro años España se quedó en
el camino y con las ganas de enfrentar a Brasil también en la final, cuando una
crecida selección estadounidense se le atravesó y le propinó la última
humillación que ha recibido en fechas recientes, al dejarla fuera del torneo
por un marcador de 2-0 cuando se esperaba que llegara con facilidad a disputarle el trofeo a los brasileños.
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