Dentro de su carrera deportiva, el famoso exportero
colombiano Rene Higuita es recordado
por su maniobra el escorpión, por su
costumbre de salir jugando sin necesidad de tener que hacerlo y por el Oso monumental que cometió en un partido
mundialista frente al también famoso delantero camerunés Roger Milla.
Higuita pasó a la historia como el culpable de que la
mejor selección colombiana de fútbol de todos los tiempos hubiese sido
eliminada de la Copa Mundial
de Italia 1990. La afición atribuyó el error a su temeraria manía de salir de
la portería jugando y dejando con su gran habilidad a los delanteros contrarios
en el camino.
Las cosas no ocurrieron precisamente así, aunque
probablemente Higuita todavía despierta con pesadillas por las noches debido a
aquel suceso. Pero viendo la jugada detenidamente, a veintitrés años de
distancia, puede apreciarse cuan poca culpa tuvo el portero.
Para empezar, Higuita no pretendió salir jugando,
recibió el balón de un compañero, pero el pase estaba de origen mal dado. Lo más
sensato habría sido que Higuita hubiese despejado con todas sus fuerzas,
mandando el balón lejos del peligroso Milla, mas no pudo hacerlo porque al
recibirlo su posición no era muy cómoda. Tuvo que reacomodarse para detener el
balón, acción que le llevó un segundo, pero ese tiempo fue el que tardo Milla
para llegar a él. La siguiente acción de Higuita no fue un intento por quitarse
al camerunés y hacerlo quedar en ridículo, sino que fue un recurso desesperado y
el único del que podía echar mano.
No lo consiguió, Milla le quitó el balón y eliminó a
Colombia, pero lo que fue un error de Higuita y de la defensa, acentuado por la
gran habilidad del delantero rival, se le cargó total y exclusivamente al portero
como si hubiera sido causado por su temeraria forma de jugar. Y la realidad es
que esta vez no fue así.
Quien lo dude puede ver detenidamente la última parte
del vídeo.
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