sábado, 15 de junio de 2013

Rene Higuita no tuvo toda la culpa

Dentro de su carrera deportiva, el famoso exportero colombiano Rene Higuita es recordado por su maniobra el escorpión, por su costumbre de salir jugando sin necesidad de tener que hacerlo y por el Oso monumental que cometió en un partido mundialista frente al también famoso delantero camerunés Roger Milla.

Higuita pasó a la historia como el culpable de que la mejor selección colombiana de fútbol de todos los tiempos hubiese sido eliminada de la Copa Mundial de Italia 1990. La afición atribuyó el error a su temeraria manía de salir de la portería jugando y dejando con su gran habilidad a los delanteros contrarios en el camino.

Las cosas no ocurrieron precisamente así, aunque probablemente Higuita todavía despierta con pesadillas por las noches debido a aquel suceso. Pero viendo la jugada detenidamente, a veintitrés años de distancia, puede apreciarse cuan poca culpa tuvo el portero.

Para empezar, Higuita no pretendió salir jugando, recibió el balón de un compañero, pero el pase estaba de origen mal dado. Lo más sensato habría sido que Higuita hubiese despejado con todas sus fuerzas, mandando el balón lejos del peligroso Milla, mas no pudo hacerlo porque al recibirlo su posición no era muy cómoda. Tuvo que reacomodarse para detener el balón, acción que le llevó un segundo, pero ese tiempo fue el que tardo Milla para llegar a él. La siguiente acción de Higuita no fue un intento por quitarse al camerunés y hacerlo quedar en ridículo, sino que fue un recurso desesperado y el único del que podía echar mano.

No lo consiguió, Milla le quitó el balón y eliminó a Colombia, pero lo que fue un error de Higuita y de la defensa, acentuado por la gran habilidad del delantero rival, se le cargó total y exclusivamente al portero como si hubiera sido causado por su temeraria forma de jugar. Y la realidad es que esta vez no fue así.

Quien lo dude puede ver detenidamente la última parte del vídeo.

                 

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