miércoles, 12 de junio de 2013

Las más bellas esculturas de la América preeuropea

Los escultores de las antiguas culturas americanas no alcanzaron la perfección estilística tan típica en sus colegas contemporáneos europeos, pero probablemente tampoco la buscaron. Sus motivos principales siempre fueron religiosos y su concepto de estética lo más probable es que no se parecía en absoluto al que tenían en Europa.

Al parecer aquellos artistas no siempre buscaron la perfección en sus obras, ni mucho menos valerse de exactas proporciones. Esculpieron, eso sí, bastante, fue tal vez la escultura su principal forma de expresión. Y aunque estéticamente gran parte de esa obra no fue apreciada por siglos y a veces continúa siendo menospreciada en ese sentido -y únicamente estimada en el aspecto histórico-, hay obras de gran belleza, y cuando no al menos queda claro que fueron trabajos titánicos para la época.

México es sin duda el país americano que más obra escultórica prehispánica posee, importantes culturas nacieron y perecieron en su territorio, pero dejaron en sus esculturas una herencia invaluable que aún hoy no se termina de descubrir.

La cultura Olmeca se remonta al año 1200 antes de Cristo. Sus principales obras fueron las famosas cabezas que han sorprendido al mundo entero. Se trata de esculturas monumentales que fueron halladas en los estados mexicanos de Veracruz y Tabasco. Debido a su belleza y monumentalidad se han elaborado replicas exactas que son exhibidas en diferentes partes del mundo.

Otra de las grandes herencias de los prehispánicos a los mexicanos de hoy en día son los sorprendentes atlantes de Tula, esculturas que representan a guerreros formados para marchar a la batalla, que fueron elaborados por los antiguos toltecas hace tres mil años.

El Chac mool es una escultura repetitiva en diferentes culturas del México prehispánico. Algunas se conservan en buen estado y otras ya tienen un notable deterioro, y también en algunas se aprecia un mayor logro estético que en otras.

Quizás el legado escultórico más interesante de los antiguos mayas -grandes escultores y arquitectos- son las famosas columnas serprentiformes. Se trata de columnas falsas -no cargan absolutamente nada- que son hábiles analogías de una serpiente de cascabel.


Si hay un país que puede hacerle la competencia a México en cuanto a bellezas prehispánicas, sin duda es el Perú. Los incas dejaron constancia de su grandeza también en la escultura, y tal vez puede decirse que como escultores y arquitectos sólo son opacados por los mayas. La perfección estilística que lograron al esculpir un rostro humano es sin duda de las más sobresalientes de todas las antiguas culturas americanas.

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