Algunos medios de comunicación aún dudan que sea
autentica la carta que circula en la red escrita por Cristina Fernández de Kirchner a su compatriota el papa Francisco, con
motivo del “Día del Pontífice”.
El texto resulta tan impresentable que hasta al propio
Francisco debió haberle dado pena leerlo. La presidenta de la Argentina trató de ser
amigable e informal, señalando que sólo por tratarse de un Papa argentino es
que ella lo escribió.
Le cuenta a Francisco que le llevaron un “modelo de
carta” que parecía del siglo XIII y que se negó a firmarlo. En su lugar firmó
algo mucho peor. La carta al Papa de Cristina Fernández de Kirchner podría ir a
parar a un museo como el peor documento de la historia de la diplomacia
argentina.
Lo único que podría argumentar la dama de negro a su
favor es que en realidad ella no escribió nada y firmó el texto sin haberlo leído
antes. Eso no es correcto ni aconsejable que lo haga un presidente, pero en el
caso de Cristina Fernández sería su
salvación.
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