El día de hoy murió en Llafranc, Gerona, a los 85
años de edad, el escritor británico Tom Sharpe,
un maestro de la novela humorística,
a la que dedicó toda su trayectoria como literato y a cambio recibió fama a
nivel mundial.
Sharpe pasó parte de su vida en Sudáfrica, donde se
inspiró para escribir varias de sus novelas cómicas. Logró crear historias semirealistas
basadas en situaciones absurdas con personajes deliberadamente estúpidos, lo
que en conjunto hacía obras llenas de un mérito notable.
Continuó la línea marcada por John Kennedy Toole en La conjura de los necios, donde una
novela humorista con una historia poco creíble servía a la vez como un drama
social y retrato de una sociedad decadente. Sharpe retomó el género y logró
consolidarse en él como ningún otro escritor del siglo XX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario