miércoles, 13 de marzo de 2013

¿A qué obedece la elección de Jorge Mario Bergoglio?


Se supone que la elección del cardenal Bergoglio como Papa de la Iglesia católica obedece única y exclusivamente a que los demás cardenales vieron en él las cualidades necesarias para ser el guía espiritual de los 1.200 millones de católicos que existen en el mundo, dejando a un lado aspectos presumiblemente secundarios como lo es su nacionalidad. Pero, viendo el suceso desde una perspectiva ajena a la religiosidad, puede verse un mensaje, un mensaje de cambio.

Con la elección en 1978 del cardenal polaco Karol Wojtyła, los cardenales iniciaron un proceso de cambio que exigía la comunidad católica mundial y que no podía ser ignorado, empezando por la desitalización de la silla de Pedro para dejar claro que cualquier católico del mundo podía ser Papa.

La elección en el 2005 del cardenal alemán Joseph Ratzinger también tuvo un mensaje simbólico -aparte de la ratificación de que la era de los Papas italianos había quedado atrás, por lo pronto-: un Papa alemán precedido de uno polaco, amigos entre sí, fue una clara muestra de reconciliación para quienes todavía hace ocho años pugnaban por la vigencia -e influencia- de los horrores del nazismo.

Si con Wojtyła inició un proceso, Bergoglio es una clara continuación. La silla de Pedro tenía que ser ocupada tarde o temprano por un americano, porque América es el más fuerte bastión del catolicismo en el mundo. Si hubieran elegido a un cardenal yanqui, el mensaje habría sido mal recibido: cuando menos se habría interpretado como un homenaje del Vaticano al Imperio al concederle el derecho de proporcionar al primer Papa nacido en América. Era acertado inclinarse por un americano, pero también hispano y con impecable reputación.

Pensar que en el siguiente Cónclave podría llegar a la jefatura del Vaticano un asiático o un africano como parte del proceso de cambio es poco probable. Ni Asia ni África juntos igual la importancia que le puede conceder a América la Iglesia católica. Quizás antes que un asiático o un africano a la silla de Pedro llegará otro americano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario