Una cadena estatal venezolana, Vive, ha difundido un vídeo
animado que muestra a Hugo Chávez
llegando al Cielo y encontrándose, para su gran asombro, con sus héroes, aquéllos
de los que siempre habló con gran admiración.
Enchamarrado con la bandera de Venezuela, llega un Chávez
desconcertado al Cielo. A lo lejos, junto a un árbol y una cabaña, ve a un
grupo de personas que charlan entre sí. Su sorpresa es grande cuando empieza a
reconocerlos: son sus ídolos, encabezados por el mismísimo Bolívar.
Los que reciben a Chávez son íconos de varias
nacionalidades. Se ve al héroe de la resistencia en Nicaragua contra la ocupación
estadounidense, Augusto César Sandino, al defenestrado presidente chileno
Salvador Allende, a Eva Perón, Simón Bolívar, el Che Guevara y hasta a la
abuela de Chávez.
Todos parecen reconocerlo, seguramente ya conocen su
obra. Bolívar le sonríe, lo que demuestra que no está molesto con él por usar
tanto su nombre como eslogan político. El Che
también le sonríe, lo que no resulta raro dada la afinidad ideológica, pero lo
que sí resulta raro es que el Che esté
en el Cielo. Él perteneció a la rama del marxismo más radical, fue un ateo
totalmente convencido. Para él Dios y el Cielo eral una droga con que el
imperialismo amedrentaba a los oprimidos.
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