Para cómo está la inseguridad en México, cualquiera
habría previsto que el presidente Enrique
Peña Nieto, a punto de cumplir cuatro meses en el poder, aún estaría con
las encerronas con gobernadores, alcaldes y miembros de su gabinete para hallar
soluciones pronto y para demostrar a los mexicanos que hicieron bien al cambiar
de partido en la jefatura de Estado. Pero al parecer lo que más le gusta al
nuevo presidente de México es viajar.
Pronto Peña Nieto viajará a China, para participar en
el Foro de Boao para Asia 2013, que se llevará a cabo del 6 al 8 de abril. Con ese
viaje, el presidente de México sumará tres salidas al exterior, con sus
respectivos gastos de traslado de una comitiva presidencial, en menos de un
mes.
Peña Nieto estuvo en el funeral de Hugo Chávez el
pasado 8 de marzo, donde por cierto se durmió, regresó a México sólo por una
semana y volvió a marcharse a Roma para asistir a la misa de inicio de
pontificado del papa Francisco. Y cuando el 5 de abril salga de su país con
rumbo a China sumará su tercer viaje. Tres viajes en menos de un mes. A este
paso, su nuevo presidente saldrá muy caro al pueblo de México.
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