Ya pasó el cónclave
y la misa de inicio de pontificado,
el nuevo Papa ya no es motivo de tantas primeras planas, los católicos ya lo
están asimilando y sus discursos que tanto interés generaron al principio ya se
están viendo como algo normal. Pero aun así, Francisco piensa seguir viviendo
en la residencia de Santa Marta.
Jorge
Mario Bergoglio entró allí antes de que diera inicio el cónclave,
junto a los demás purpurados. Una vez investido como Papa, se suponía que tenía
que trasladarse al apartamento pontificio, donde se supone que vive el jefe de
Estado del Vaticano.
Pero Francisco no se muestra interesando en hacer el
cambio de residencia. Tampoco ha dicho cuándo, ni siquiera si piensa permanecer
mucho tiempo en Santa Marta, pero por ahora no cree necesario moverse de allí.
Lo que sí ya hizo es cambiarse de habitación. Ocupa el
apartamento 201, que es más grande y le sirve para llevar a cabo sus
actividades, entre ellas recibir visitas.
La primera visita importante que recibió el Papa en
Santa Marta fue la de su compatriota y no siempre amiga, la presidente Cristina Fernández de Kirchner, a quien
besó en la mejilla, un hecho que los argentinos nunca pensaron que ocurriría.
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